Las monarquías ya no son lo que eran. Ahora se casan con periodistas, abogados y escritores, incluso con jugadores de balonmano que al final se convierten en ranas. La fascinación que antes despertaban los reyes y reinas podría compararse a la de los cantantes y algunos actores de hoy en día. Ahora los reyes son humanos, cometen errores, cazan elefantes y luego piden disculpas. Eso si, hay que mantener las formas.
Como no habia tenido tiempo de publicar anteriormente sigo casi donde lo deje. Después de un verano intenso trabajando en los juegos olimpicos y paralimpicos y viviendo una experiencia única, (de eso ya contaré, largo y tendido) me dispongo a retomar mis posts, al menos un poco mas seguido que hasta ahora. Volviendo al tema, el barrio londinense de Greenwich fue declarado Real en una pequeña ceremonia ocurrida el pasado febrero, aparte de lo bonito que queda el adjetivo delante del nombre, se demostró una vez más la preferencia de la casa real por este precioso barrio con gran pasado marítimo e histórico. Aquí fue donde velaron el cuerpo del Almirante Horacio Nelson, el idolatrado héroe nacional, aquí nació Enrique VIII y aquí era donde se citaba con la joven Ana Bolena, en las laderas del parque de Greenwich años antes de que esta perdiera la cabeza. Y muchos, muchisimos años después, otro monarca hacia su aparición en el barrio, esta vez para inaugurar el esperado nuevo Cutty Sark, el velero que en su días transportaba te desde Asia a Europa, después de que se quemara en el año 2007. Ha hecho falta una renovacion multimillonaria, muchos sudores y dolores de cabeza. El duque de Edimburgo es sin ir mas lejos el Patrón oficial de la sociedad para la conservación del Cutty Sark y tanto el como su distinguida esposa profesan un amor especial a este hermoso barrio.
La reina de Inglaterra se presentó ese dia , junto a su marido. El tiempo no acompañó, para nada, amaneció lluvioso y frio. Pero como aqui no cancelan nada por culpa del tiempo, me decidí y me propuse verles aunque fuera desde lejos. La lluvia no daba tregua, llegó la escolta, se oyeron las trompetas anunciando su llegada y apareció su real cabeza, debajo de un sombrero rojo, haciendo juego con su abrigo. La gente vitoreaba, los niños gritaban y aplaudían y entonces DEJO DE LLOVER! La mujer de rojo detuvo el tráfico y la lluvia en Greenwich. Recibió regalos y abrio la cortinita inaugurando asi oficialmente el barquito. La reina de Inglaterra se fue a su palacio y yo a mi casita a tomarme un te calentito.
Y todo esto para presentar la receta de hoy. No se si a Doña Elizabeth le gustará la gastronomía del medio oriente, pero lo que es a mí, me apasiona. Dolmades y Fatayer, dos representantes deliciosos de la gastronomía del medio oriente. Las dolmades son hojas de parra rellenas de arroz y verduras,cocinadas en una olla con paciencia. Se pueden encontrar en las cocinas del Libano ,Grecia, Chipre, Turquia, incluso en Rusia y hasta algunas zonas del Sudeste asiático, Los fatayer son como empanadas, típicas de Oriente medio y pueden rellenarse de espinacas, carne picada o queso y son una delicia para picar o como entrante, se pueden comer tanto frías como calientes. Muy fáciles de hacer y de comer. y dificiles de olvidar. EL sumac es un fruto que crece en Oriente Próximo y el Mediterraneo, y antes de la llegada de los limones, los romanos solían usar el sumac como agente ácido en sus comidas. Tiene un bonito color purpura y un sabor inigualable, si no lo encontráis, se puede sustituir por zumo de limón. Ahí van las recetas...
Dolmades (según la receta de Anissa Helou)
Ingredientes:
Un paquete de hojas de parra (las venden en tiendas especializadas)
140g arroz de grano corto
300g tomate cortados en daditos
1/2 manojo de cebolla tierna cortada en rodajas finas
100g perejil picado
50g menta fresca picada
2 cucharaditas de sumac o zumo de limón
1/4 cucharadita de canela molida
1/2 cucharadita mezcla de especias
1/4 cucharadita pimienta molida
sal
150 ml aceite de oliva extra virgen
Una patata mediana pelada y cortada en rodajas
Un tomate grande cortado en rodajas
Preparación
Lavar el arroz hasta que el agua salga clara y escurrir. Poner en un bol grande. Añadir el tomate cortado, las cebollas, el perejil y la menta, seguido por el sumac o zumo de limón, el aceite de oliva y las especias. Mezclar bien.
Extender las hojas en la superficie de trabajo y poner un poco del relleno. Enrollar como si fuera un rollito de primavera. En una cazuela de barro o una olla ancha, colocar las capas de patata y tomate cubriendo la base del recipiente, luego, ir colocando las hojas ya rellenas. Cuando el bol este vacío, echar un poco de agua y moverlo para que coja los restos del relleno, y echar este agua por encima de las hojas, hasta casi cubrirlas. Salpimentar, y tapar con un plato resistente al calor, que evitará que las hojas se muevan al cocinarlas.
Llevar a ebullición, y luego reducir el fuego. Cocinar por una hora. Pasado este tiempo es conveniente probar una de las hojas para ver si el arroz esta cocido. Si es así, apagar el fuego y dejar reposar unos minutos.
Emplatar y servir acompañadas de rodajas de limón. Las rodajas de patata y tomate es completamente opcional.
Fatayer (triángulos de espinacas)
Ingredientes para unos 30 triángulos pequeños o 4 grandes
Para la Masa:
150g harina
1/4 cucharadita sal
2 cucharadas aceite vegetal
70ml agua
Para el relleno:
200g espinacas picadas
1 cebolla pequeña picada
1/4 cucharadita pimienta negra
sal
1 cucharada sumac
1 cucharada piñones
El jugo de 1/2 limón
1 cucharada aceite de oliva extra virgen
Preparacion:
La masa:
Pasar la harina y la sal por un colador, encima de un bol grande. Hacer un agujero en el centro añadir el aceite. Mezclarlo con la harina en movimientos envolventes con la punta de los dedos hasta que el aceite este totalmente incorporado. Añadir el agua en dos o tres veces y amasar la mezcla hasta que sea homogenea y elastica. Formar una bola, cubrir con un paño húmedo y dejar deposar 10 minutos.
Para el relleno:
Poner las espinacas troceadas en un bol grande, espolvorear con la sal y mezclar con las espinacas hasta que éstas se empiecen a reducir. Salpimentar la cebolla y mezclar con la espinca de la misma forma. Añadir el sumac y los piñones, el zumo de limón y el aceite de oliva y mezclar todo. Cubrir con un paño.
Precalentar el horno a 200
Para hacer los triángulos, estirar la masa y formar dos bolas, tapar una mientras trabajamos con la otra. Estirar la bola hasta formar un circulo fino, el grosor depende del gusto, pero mas o menos 2mm. Con un cortador redondo de unos 5cms de diámetro cortar la masa.
Rellenar los círculos de masa con una cucharadita del relleno, unir los lados y presionar con los dedos, luego unir los lados que quedaron abiertos hasta formar el triángulo. El método queda mejor explicado según este gráfico.
Colocar los triángulos en una bandeja engrasada y pintar con huevo batido. Hornear 10 minutos o hasta que se doren y servirlos calientes o a temperatura ambiente. Se pueden congelar una vez horneados, y luego sólo hay que darles un golpe de horno después de descongelarlos.