
Hay algunos olores que nos transportan y nos envuelven desde nuestras cocinas. Olores y aromas que nos transmiten sensaciones maravillosas y envolventes. El olor de una tarta de manzana mientras se esta horneando es uno de ellos. Con las manzanas me pasa algo bastante curuioso, no es que no me gusten crudas y sólo me encanten una vez cocinadas o preparadas en una tarta como esta, es que no las como crudas porque prefiero esperar a verlas en rodajas, casi caramelizadas, coronando un bizcocho o rellenando un pastel, inundando mi boca de todas esas sensaciones y haciendome un poquito mas feliz, si cabe...
Estos rectangulos de manzana son ideales porque son individuales y bañados en la salsa de Butterscotch resultan irresistibles y ademas la salsa le va de perlas a la manzana. Se dejan reposar 10 minutos después del horneado, y se sirven calientes. Se puede perfectamente hacer un bizcocho grande, en vez de estos rectángulos individuales, o magdalenas (ya, ya!, muffins!)
En fin, aquí va la receta y su elaboración

Ingredientes:
125 gr mantequilla pomada
½ tz (110g) azúcar
2 huevos
150 gr harina
½ cucharada polvos de hornear
1 cucharada de leche
3 manzanas golden medianas
½ tz (160g) mermelada de albaricoque

Para la salsa de brandy y Butterscotch
½ taza (100g) azúcar de caña
½ taza (125ml) nata montada
100g mantequilla, troceada
2 cucharadas de coñac
Elaboración
Para 8 rectángulos, calentar el horno a 180 grados y enmantequillar un molde de ocho cavidades rectangulares, o el que vayáis a utilizar.
Llenar el molde con la preparación .
Pelar, descorazonar las manzanas y cortarlas en rodajas finas, colocarlas sobre la masa presionando ligeramente. Pintar las manzanas con la mermelada de albaricoque previamente calentada y llevar al horno unos 40 minutos. Una vez fuera del horno, dejar reposar en el molde 10 minutos mas. Desmoldar y emplatar.

Elaboración de la salsa
Servir los rectángulos acompañados de la salsa y nata montada.