martes, 3 de agosto de 2010

Okonomiyaki, lo que yo quiero y me gusta.

Hay países que visitas y ya se quedan en tu memoria como parte de un recuerdo que esperas volver a vivir. Lugares a los que una vez visitados, no dudaríamos en mudarnos definitivamente o al menos por un par de años. A estas alturas de mi vida ya he viajado lo bastante como para seleccionar un par de sitios y podría mañana mismo llamarlos “mi segunda casa”. A quien no le ha pasado que al regreso de unas vacaciones, uno sólo desea volver al país en cuestión, y vivir en él para conocerlo intensamente. Muchos de vosotros ya sabéis la fijación que tengo con México, así que por descontado en mis planes está vivir allá algún día (si no en esta vida, en la próxima) y con Japón me pasó algo parecido. Un país tan diferente al mio que no dudaría un segundo en vivir allí, la gente, la cultura, las religiones, los paisajes, los templos, la manera que tienen de tratar (venerar diría yo) a las personas mayores, los transportes (bendito tren bala) y sobretodo y por supuesto, la comida...

Puedo decir que desde el momento de llegar, me vi tratada como una más, agasajada gastronómicamente, incluso tuve la inmensa suerte de probar (devorar diría yo) la increíblemente sabrosa , tierna y mundialmente famosa ternera Kobe, en un plato maraviloso llamado Sukiyaki la noche de nuestra llegada a Japon. Una carne deliciosamente tierna y sabrosisima, por cierto, hace sólo dos semanas disfrute de una hamburguesa de ternera de Kobe en un pub divino aqui en Londres, de esos que al entrar, la historia se te mete en los huesos, al que me llevaron mis amigos argentinos, Alicia y Ale. Y volviendo a la ternera de Kobe, claro como no se va a deshacer en la boca una ternera que ha sido objeto de los mimos de sus cuidadores (cuando aun era vaca, claro) masajeada hasta la saciedad y duchada diariamente con sake del bueno! Y bebiendo cerveza! Así ya pueden crear un manjar tan exquisito y codiciado. Merilees Parker lo cuenta de maravilla aquí.


En mi próxima vida quiero ser una vaca de Kobe....


Pues bien, caminando por Osaka y siendo maravillosamente guiados por nuestra amiga Noriko, nos vimos conducidos al interior de un restaurante en el que las mesas tenian unas parrillas en el centro, si, como en los tepanyaki....”ahora vais a probar algo muy muy tipico y popular, OKONOMIYAKI, algo así como la pizza japonesa podríamos decir” . O sea, te sientas en la mesa, elijes los ingredientes y tu mismo te la preparas...Era un buen plan, y el resultado, nada parecido con la pizza, es mas como un “pancake” con mil sabores diferentes y coronado de alga seca, katsuobushi (copos de bonito seco) y la salsa especial para okonomiyaki (disponible en tiendas orientales) y ademas, mayonesa! (yo uso la japonesa Kewpie, pero cualquiera sirve) La mezcla de las salsas y los distintos aderezos finales convierten a este "pancake" en una delicia que desborda sabor. La harina es especial, porque lleva trozos de gambitas diminutas secas y el sabor del pescado, pero si no encontráis se puede hacer perfectamente con harina normal. Existen infinidad de variedades en Japon, cada region tiene la suya propia, y es una comida familiar y de hecho, la palabra OKONOMIYAKI significa “lo que tu quieras” o “lo que te guste” en referencia a que sus múltiples rellenos. La versión de Hiroshima lleva fideos chinos! En esta ocasión la hice con calamares y gambas, porque es mi favorita, pero se puede rellenar de lo que tengas en casa, cerdo, pollo, ternera, verduras, o demás mariscos...fácil fácil.



Ingredientes

Para la masa:

250gramos de harina

150ml agua

2 huevos pequeños

sal y pimienta


una cucharada de aceite vegetal


Para el relleno:

1 calamar no muy grande cortado en dados

6 gambas peladas crudas

4 hojas de col china o col normal cortada en tiras

2 cebollas tiernas incluido la parte verde, o cebollino cortadas finas


Para la capa final:

mayonesa

salsa para okonomiyaki

algas secas (ao nori)

Jengibre en escabeche (beni shoga)

Copos de bonito secos ( katsuobushi)


Preparación

En un bol grande mezclar los ingredientes de la masa, tiene que quedar con la textura de la nata liquida. Si no es asi, añadir mas agua o harina, lo que corresponda. Añadir los ingredientes del relleno y mezclar bien. Preparar una sarten antiadherente con la cucharada de aceite, añadir la mezcla del bol cuando el aceite este muy caliente, y mantener el fuego a baja temperatura. Cuando la mezcla se empieza a espesar y a cuajar y con mucho cuidado se le da la vuelta con una paleta y se sigue cocinando por el otro lado. Estará lista en 3 o 4 minutos, depende también del grosor que le hayamos dado. Emplatar y extender una capa fina de mayonesa, con un dosificador, luego la salsa para Okonomiyaki, espolvorear con las algas y el jengibre y finalmente con los copos de bonito. Servir caliente.