martes, 16 de agosto de 2016

Qué bonito es lo bonito!

Mucho que contar. Primero, por falta de tiempo y acontecimientos que se te cruzan en la vida, este blog se encontraba en estado letárgico. Han pasado muchas cosas en estos tres años. Se ha perdido mucho en el camino, lo peor, seres queridos. Pero a veces estas ausencias nos enseñan que hay mirar hacia adelante y no hundirse, porque para eso estamos aqui, para seguir viviendo, para seguir creciendo, como personas, como sobrevivientes. Una aprende a encontrar lo positivo en tanta tristeza y si no lo hay, lo inventa. Y si se puede, inventar sueños tambien, porque están para lograrlos. Y yo me siento tan afortunada porque lo he hecho. He seguido un camino que sabia correcto y ahora sólo miro atrás para recordar lo bonito y sonreir. Todo esto me ha enseñado no sólo que la vida es una sola, sino que mi vida es mia y de nadie más y la que la tiene que vivir soy yo. Y en el camino recorrido desde hace tres años he encontrado mucha paz, pero sobretodo un montón de corazones que desde entonces comparten mi camino.



El dia de la ceremonia de graduación con honores y lágrimas.


Si me estás leyendo porque ya me conocias por el blog, sabrás que siempre habia existido un guiño, un amor especial por Mexico. Decidí que mis pasos me llevaran allá por una temporada. Adopté al DF como mi ciudad temporal(aunque ya no se llame DF) y me convertí en capitalina por unos meses, en esa ciudad salvaje que respira historia y come a todas horas. Vivi experiencias increibles con gente maravillosa que me abrió su casa y su corazón y yo dejé un trozo del mio allá, entre esas paredes que me hicieron tan feliz. Hice amigos, hice muchos amigos, que quiero conservar siempre conmigo. Viajé por el pais, admirando su increible belleza, visité palacios, iglesias y mercados, comí como si no existiera un mañana, reí sincera y profundamente, me emocioné con esos toques de ternura que sólo tienen por allá, aluciné con sus frutas e ingredientes multicolores y tan sabrosos que como chef,  una diria que está en el paraiso. Me empapé de sabiduria de la mano de dos seres muy especiales, Edmundo Escamilla y Yuri de Gortari, y me hicieron el honor de incluirme en su gran familia. Me hicieron sentir tan querida que a veces me pregunto como he podido vivir sin ellos antes de conocerles. Conocí lo que es trabajar duro en una cocina, (mis rodillas aun se acuerdan) y me vi envuelta en una espiral de buena vibra por mis 21 compañeros, que hicieron el curso conmigo, y nos graduamos todos con una sonrisa en la cara y un nudo en la garganta.  Adopté a mi escuela, ESGAMEX como mi Alma Mater, y recorrí sus pasillos como una más. Me sentí parte de su historia porque la hice mia. Encontré una hermana, un alma gemela, a la que abrí mi corazon y echo en falta cada dia.



El altar de ingredientes el primer dia de clase.


Lloré cuando me fui, pero sabiendo que muy pronto iba a regresar. Y regreso en pocas semanas para volver a vivir el sueño. Porque lo mejor de los sueños es que si de verdad los persigues, si de verdad los deseas, se abren ante ti y ni siquiera tienes que buscarlos. Ellos te encuentran a ti...


Yo metateo, tú metateas?